Se subió al 184, a eso de las 14.15 y vociferó:
"Refrescan el aliento...Deleitan el paladar... Son las mentitassssss..."
Hizo uso indiscriminado de la retórica este buen hombre... Y yo que pensaba que el discursito de los vendedores ambulantes simplemente fluía... como sin libreto, náh?.
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